sábado, 27 de diciembre de 2008

Russo estas con nosotros

Edgardo Fabián Ruso Prátola

"El Ruso tiene fuerza para todos.
Me sobra fuerza para todos. Tengan ánimo para salir adelante"

El Ruso Prátola es (y será por siempre) uno de los jugadores más reconocidos por la gente de Estudiantes de La Plata. nació el 20 de Mayo de 1969 en el barrio de Tolosa, ciudad de La Plata. Su carrera futbolística comenzó en las inferiores del club albirrojo. El 23 de Octubre de 1988 debutó en Primera División donde Estudiantes, de local, le ganó a San Martín de Tucumán 3 a 1 en el estadio de 1 y 57. En el año 1994 sufrió el descenso, 9 meses más tarde vuelve a Primera División siendo el capitán del equipo. En el año 1996 fue transferido al León de México donde jugo 3 temporadas, hasta el año 1999 que retorna al fútbol Argentino para incorporarse al plantel de Unión de Santa Fe. Un año más tarde vuelve al club de sus amores y en Enero de 2001 se entera que tiene Cáncer de colon. Desde ese momento deja de jugar y pierde unos cuantos Kilos, pero él siempre tenía fuerza para todo y pide jugar el 11 de Marzo en el partido contra Gimnasia (ya con 8 kilos menos) sabiendo que podría ser su último partido. El 12 de Abril del mismo año confiesa su enfermedad a toda la gente.



Desde ese día el Ruso nunca bajó los brazos; luchó dentro y fuera de la cancha como un León, dejando un mensaje de esperanza y fuerza a todos sus seguidores. A partir de ese momento paso a ser uno de los íconos más importantes de nuestra institución. En la foto podemos ver al Ruso más flaco de lo habitual por la enfermedad que sufría. Pero él nunca pensó en dejar de jugar (y luchar), dando su mayor esfuerzo para volver a vestir, otra vez en la cancha, la camiseta que hasta el día de hoy sigue amando.

En la madrugada del 27 de Abril de 2002, el mismo día que Estudiantes se enfrentaba a Independiente en Avellaneda, en el hospital Italiano de nuestra ciudad, muere acompañado por su esposa y familia. Un día anterior, sabiendo que ese podría ser su último día, le pidió a sus familiares que pase lo que pase el partido no se suspendiera. El Presidente del club, en ese entonces Cinchetti, le comunica al plantel de Estudiantes, que en ese momento estaba concentrando en el Country de City Bell, la desaparición del Ruso, comunicando también el mensaje que había dejado el Ruso antes de su muerte. Tal es así que el partido se llevó a cabo el día programado. Sus compañeros y rivales homenajearon a Prátola formando un círculo en la mitad de la cancha, dando un minuto de silencio para recordarlo. Ese fue el día que los hinchas de Estudiantes y de otros clubes se unieron en llanto, dejando las diferencias de lado, y por momentos todos los sentimientos fueron para el hombre que demostró su gran fuerza y coraje en la vida.



El Ruso era reconocido como una persona muy buena, compañero, capaz de dejar todo por un amigo, como lo hizo con la camiseta que lo vio nacer desde muy chico; excelente hombre y padre de dos hermosas criaturas, Lara y Camila, que ahora las cuida desde el cielo. Todos los que sentimos este sentimiento por el Ruso Prátola sabemos que nunca dejó de estar en cada partido o festejo de Estudiantes de La Plata, siempre está, lo sentimos con nosotros: saltando, alentando al Pincha, dentro de la cancha, trabando una pelota para que el rival no llegue a nuestro arco, defendiendo. A él siempre le gustaba esa parte que con orgullo y sentimiento le gritamos todos los hinchas: RUSO, RUSO ,RUSO , HUEVO, HUEVO, HUEVO.



Nunca vamos a olvidar ese verano de 2002, en Mar del Plata, cuando le ganamos a Gimnasia 3 a 0 y cuando terminó el partido saliste a festejar, como hincha y jugador, llenándote los ojos de lágrimas y con la mano en el corazón (foto), expresando la alegría que sentías al vernos de nuevo desde la cancha, gritando dale León, dale León, dale León que lo gritabas con alma y vida.

El 28 de Abril se llevó a cabo una misa en recordatorio al Ruso, donde gritamos todos: "Vamos Pincha ponga huevo, que el Ruso alienta desde el cielo". Después de la misa, la familia le hizo realidad el deseo que el tanto quería, cremarlo y esparcir las cenizas en el estadio de 1 y 57, donde hoy descansa en paz.

GRACIAS RUSO por lo que fuiste, sos y serás para toda la familia Pincharrata. Los recuerdos inolvidables y la enseñanza de vida que nos dejaste, cada Pincha te recuerda con una lágrima en los ojos y una mano en el corazón.

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